Para
entender el efecto del ejercicio habría que
explicar ciertas nociones sobre anatomía,
movimiento, desarrollo, etc. que serían
demasiado largas y farragosas para este
documento.
Por el momento nos basta saber que no todos los
tipos de ejercicios tienen el mismo impacto
sobre estas articulaciones,
ni influyen de la misma manera en unas caderas
sanas que en unas enfermas o al límite,
y también dependerá de la edad del cachorro.
El ejercicio del cachorro, debe ser controlado
hasta que se cierre el acetábulo de la cadera,
lo que se produce alrededor de los 9-10 meses de
edad, pero preferiblemente extenderemos ese
control hasta después del año,
ya que no sólo las caderas, sino todo su
esqueleto se encuentra en desarrollo.
El cachorro debe hacer solo el ejercicio que
desee espontáneamente, no se le debe forzar
nunca.
Recordemos que es muy fácil forzarlo sin
intención lanzando la pelota una y otra vez,
lanzándola en zonas escarpadas o llevándolo a
hacer largas excursiones.
Debemos evitar el ejercicio excesivo, los
saltos, las caídas, los paseos muy largos y
extenuarlo con juegos y carreras.
Son preferibles los paseos cortos y frecuentes
que los paseos largos.
La duración de los paseos debe ir acorde a la
edad y al ejercicio que haga durante ese tiempo.
Por poner un ejemplo, una hora de paseo con
correa es más que excesiva para un cachorro de 3
meses,
una hora en el parque en la que el cachorro
explora a su aire, conoce gente y a otros
perros,
con descansos y ratos cortos de juegos no supone
ningún problema.
El cachorro necesita correr y jugar con otros
perros, pero si el juego se torna demasiado
brusco,
en especial si juega con perros mucho más
grandes que él y corre riesgo de lesionarse,
es más sensato pararlo y dejar que se calmen un
poco antes de continuar.
No le haremos hacer ejercicio sobre asfalto o
suelos duros puesto que no amortiguan los
impactos,
evitaremos los suelos resbaladizos
para favorecer posturas adecuadas y evitar
distensiones en los ligamentos.
Es una buena opción colocar alfombras o suelos
de goma
donde el cachorro pase mucho tiempo
si los suelos no tienen el agarre suficiente
para que no resbale.
También tendremos cuidado en las zonas muy
escarpadas, con grandes desniveles,
las zonas pedregosas o resbaladizas como la
ribera de un río, por ejemplo.
Evitaremos en lo posible que suba o baje
escaleras, llevándolo en brazos mientras
podamos.
Lógicamente bajar o subir unos pocos escalones
no le hará daño, pero bajar y subir 4 veces al
día desde un 5º piso sin ascensor,
no es
especialmente recomendable, si no queda más
remedio, le enseñaremos a subir y bajar despacio
y con correa.
Si vivimos en una casa con varias alturas, puede
ser buena idea colocar una barrera infantil
para cerrar el paso y evitar que esté
constantemente subiendo y bajando.
Ayudaremos al cachorro a subir y bajar del coche
o sitios altos para evitar los saltos y no le
haremos saltar en vertical para alcanzar objetos
elevados.
Si le lanzamos pelotas u otros objetos para que
nos los traiga, lo haremos con prudencia, mejor
pocas veces,
en distancias cortas o en el agua y
preferiblemente a ras de suelo, no botando para
evitar saltos y giros bruscos.
Beneficioso para el cachorro es en cambio
dejarlo caminar y correr a su aire por
superficies de hierba o arena,
y la natación es un magnífico ejercicio para
muscular sin forzar ni cargar las
articulaciones,
además de que como buen retriever lo disfrutará
muchísimo, llévalo a nadar siempre que puedas.
En resumen, no se trata de tenerlo entre
algodones, sino de usar el sentido comú...
no se puede mantener a un cachorro en una
burbuja de cristal, y menos a un cachorro de
golden, activo,
alocado y juguetón y con mucha energía que
quemar…
Además, el juego y el ejercicio son muy
importantes para su desarrollo físico y mental.
Solo debemos recordar que el ejercicio debe ser
progresivo y adaptado a la edad del cachorro.
Una vez completado su desarrollo, ya estará
listo para acompañarte allá donde vayas.
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